X
“El Hospital que existe hoy en día lo soñamos hace 40 años”

Adolfo Segundo Berrueta trabajó por 34 años en el Hospital San Martín de Quillota, por ello es voz autorizada para graficarnos cómo era la institución en ese entonces. Pese a haberse acogido a retiro el año 2005, aún siente esa fuerte ligazón por el recinto asistencial, no dudando en señalar que el Hospital constituía una verdadera familia para todos quienes aquí se desempeñaban.

“Llegué a este Hospital en 1971. Nací en Placilla de Peñuelas, Valparaíso, pero antes de llegar acá vivía en Villa Alemana, pues trabajaba en el Sanatorio Juana Ross de Peñablanca, en donde llegué como auxiliar de enfermería y salí de enfermero después de estudiar en la que hoy es la Universidad de Valparaíso”, recuerda sin ningún asomo de dudas este recordado funcionario -hoy de 78 años- que atesora una gran cantidad de vivencias y anécdotas.

Así es como recuerda que la distribución del actual edificio que cobija al Hospital San Martín desde el año 1951 hoy es absolutamente distinta a ese entonces. “Yo llegué a lo que era la Asistencia Pública, donde hoy se ubica la Unidad de Procedimientos Médicos. Ahí permanecí por 10 años, en donde hubo que introducir importantes cambios en materia de higiene, pues yo venía con todo el tema de la asepsia desde la Universidad. Por ese entonces gran parte del instrumental se lavaba, no era todo desechable como ahora. Las jeringas eran de vidrio y debían lavarse, incluso los guantes”. Con nostalgia Adolfo Berrueta evoca aquellos años en que “todo era más precario, habían menos médicos Además debíamos arreglarnos con lo que teníamos, debíamos inventarnos sondas y otros implementos, ocupábamos mucho la inventiva”.

Adolfo Berrueta recuerda que luego fue trasladado a Medicina, Servicio en que pasaría gran parte de sus años de trabajo hospitalario en el San Martín, a pesar de haber tenido también pasos por Pediatría, Pabellón y Cirugía. Al realizar una comparación de aquellos años con lo que le tocó vivir al final de su carrera profesional en el establecimiento, Adolfo Berrueta no muestra asomos de duda al señalar que “lo que se ganó en implementación y tecnología, se perdió en humanización en el trato, ya que antes si uno tenía un paciente de cuidado, podía quedarse hasta 3 horas más para asegurarnos de su cuidado. De hecho esa preocupación se veía entre los mismos trabajadores hospitalarios, éramos como una gran familia” recuerda al rememorar uno de los momentos difíciles que le tocó vivir en el Hospital: “Mi señora tenía un embarazo gemelar que se complicó, tuve a mi esposa muy grave. Todos los funcionarios que estaban de turno se acercaban a donar sangre, e incluso llamaban a sus familiares para que fuesen a donar, eso nunca se olvidará”

Agrega que antes existía más compañerismo, se preparaban a los auxiliares paramédicos, poniendo énfasis en el buen trato que debía haber con los pacientes. Recalca que si bien no contaban con todas las comodidades ni equipamientos para trabajar, incluidas ambulancias, la labor era realizada con gusto por el personal. “De hecho hace 40 años imaginábamos que el Hospital sería así como es hoy en materia de recursos, pero también las necesidades son diferentes”.